25 de octubre

Tu cuerpo es el lugar perfecto para vivir.

Tu pelo, una lluvia negra, un manto de aromáticas sensaciones.

Tus ojos, otro idioma, otras palabras, un arma blanca que todo lo atraviesa.

Tu boca, una locura verdadera, un manantial donde aliviar la sed, donde curar mis pecados.

Tu sonrisa, una guerra por la que luchar, calmante infalible, un nuevo día, un motivo para vivir.

Tu cuello, el principio de un descubrimiento misterioso y salvaje.

Tus brazos, montañas que cubren la soledad, abrigo del alma que da sombra a mi cuerpo.

Tus manos, como hojas cayendo acariciando el terreno otoñal de mi piel.

Tus pechos, paraje divino e irresistible donde dormir quiero sin necesidad de despertar.

Tu sur latente, donde mi sur y mi boca se dislocan sin conocer límites, lugar que me recuerda quien soy.

Tus piernas, infinita cordillera suave y bella, un país fronterizo a otros mundos

Tus pies, el final de un inolvidable viaje, el principio de un retorno irresistible.

Tu corazón, una puerta abierta, un destino, algo imposible pero cierto para aquellos afortunados.