17.- ANHELOS

Soy un barco a la deriva,
sin una capitana que lo pueda guiar.
Soy un barco solitario,
que sin rumbo fijo va.

Voy cabizbajo navegando
por este triste mar.
Voy sin una ola a la que querer,
sin una ola a la que amar.

Ninguna, conmigo quiere tener,
una amistad dulce y sincera,
con amor y simpatía completa.

Tengo en mi cubierta, como compañera,
a la soledad ruin y traicionera.
Tengo a mis recuerdos en la popa,
como un lastre que no deja avanzar
mi barco por el ancho mar.
Tengo mi futuro en la proa
imposibilitado para andar.

No tiene fuerza mi barco,
para ser feliz, para amar.
No tiene fuerza para buscar,
una barca bonita, con la que navegar,
por un mar de calma y felicidad.

Sólo tiene fuerza mi barco
para en las noches oscuras llorar.
Sólo tiene fuerza mi barco
para retroceder al fondo del mar.

Que difícil se me hace
mantener a flote mi barco,
tan hundido como lo tengo ya.

Que difícil se me hace vivir
en un mundo sin amistad,
sin cariño, sin amor, sin felicidad.

Sólo en los momentos tristes,
que me han tocado pasar,
lloro mi pena desconsolado
por no poder arrancar el motor
que a mi barco haga funcionar.

Tan amargado estoy ya,
que lágrimas en mis ojos no quedan
para echarse a llorar.

Es tan grande mi desesperación,
es tan grande la enfermedad de mi corazón
que no quiero vivir más tiempo
y con el río de mi vida cortado
pronto diré adiós a mi soledad,
y me abrazaré a la muerte
para que me dé felicidad.

Estoy pasando momentos tan solitarios
que mi vida, van minando sin cesar.
! Recuerdos felices, tan lejanos quedáis ya ¡
Momentos de mi vida felices,
que pocos he visto pasar.

Que escasa es la felicidad
que difícil es vivir acompañado,
que difícil es amar y ser amado,
que difícil es encontrar la compañera ideal.

¿Dónde estás que encontrarte no puedo?
¿Dónde? que ya no sé hallarte.
¿Serás tú mi compañera gentil?
¿Serás tú la que me haga feliz?
Creo que sí, pero de ti respuesta espero.

Si tú me amas, dímelo a mí,
si tu salir conmigo quieres, dime que si,
si tu ahora no puedes, por causa justificada,
decirte, mi amor, solo quiero,
que saber esperar es primero,
no dudes más, yo te espero
a que tú me digas
todo lo que te expreso,
y aunque no lo adornes con un poema
bastará con que me digas un «te quiero»,
y aunque tenga que aceptar mi derrota,
será bienvenido lo que respondas,
y tu decisión será siempre aceptada
sin replicarte en nada.

Aceptaré mi destino,
si tú me dices que no me amas.
Aceptaré mi pena,
si de tu lado quieres que me vaya.
Aceptaré todo lo que de tus labios salga.
Todo por ti, lo demás no vale nada.

Sólo de tu recuerdo no me podrás librar,
sólo del recuerdo de tu pelo al viento,
sólo del recuerdo de tus ojos sinceros,
sólo del recuerdo de tu cuerpo perfecto
de todo esto tu no me podrás librar.

Soy un hombre solitario,
que su vida intenta sacar
del bache en que se metió
cuando sólo veinte años podía contar.

Si una mano amiga, pudiera encontrar,
si una sonrisa sincera, pudiera hallar,
si una palabra de amor, pudiera alcanzar,
encontraría fuerzas suficientes,
para escalar este muro tan alto
que nunca he podido atravesar.

Si todo eso en ti tuviera,
yo sólo sería capaz
de luchar contra todo lo que te haga mal.

Toda mi vida entera entrego,
a la chica que me quiera de verdad.
Todas las caricias que llevo dentro entrego,
a la chica que me quiera de verdad,
yo todo lo entrego, sin pedir más.

Ahora sólo me falta una chica,
que quiera todo lo que entrego aceptar,
¿Serás tú esa chica, verdad?

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