Versos al viento

Altos muros se han erguido
alrededor del ansiado
corazón
y yo, bandido perseguido,
por ley altamente acosado,
sin razón,
sé que suelo aparentar
una extensa libertad
¡gran engaño!
no logro paz alcanzar
preso de la falsedad
de los años.

Es la guerra del amor
la más cruel aberración,
vil batalla,
pues yo soy tu servidor
en contra a mi condición
de canalla.
Y, es solo tu mirada
la que otorga fuego eterno
a la vida
y es solo tu voz honrada
la que muestra del averno
la salida.

Mira, princesa, el ocaso,
respira profundamente y aguarda
un momento,
bebe de este instante escaso,
deja que nuestra vida arda,
así, lento;
escucha el suave silencio
roto por el piar del pájaro
ya cansado,
siente tuyo y con aprecio
el dulce segundo bárbaro
tan descarado.

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