Mi gran fracaso

Desde el vientre de mi madre sentía ese dolor, ese gran dolor que con el tiempo aumento. Mi padre a mi madre le decía que no quería hacerse cargo de lo que sucedió, simplemente porque hembra sería yo. Aun así mi madre me tuvo, un 3 de enero a luz a luz me dió. Nunca supe lo que era cariño de un padre, pues de mi se alejó, cuando crecí intenté buscarlo, pero nunca le importó. Ví como otro hombre con quien vivíamos de a mi madre y a mis hermanos maltrató, pero nunca podia hacer nada porque siempre fuí la menor. Al crecer me enamoré de un hombre que me engañó, llore cuando lo perdí, pues sola me dejó. Al tiempo una gran amiga de mi confianza abuso, entonces fue cuando supe el significado de una traición. A mi corta edad mi madre nuevamente se enamoró, solos quedamos en casa mis hermanos y yo. Con el tiempo ellos se fueron, cada cual su camino tomó. Entonces fue cuando por primera vez la depresión de mi vida se apoderó. Busqué cariño en la calle, en las drogas, en el alcohol, pero nada de eso llenó ese hueco que sentía en mi corazón. Me hice ilusiones de muchos hombres, pero ninguno a mi lado se quedó, solo utilizaban mi cuerpo y nuevamente quedaba sola, como todo comenzó. Rencor hacia mi madre tuve, porque sentí que me abandonó, me dejo sola cuando mas la necesité, nada de eso le importó. Al tiempo entre a la iglesia, sentía que necesitaba de Dios. Estuve en sus caminos un tiempo, pero volvió y llegó el dolor. Me he apegado a muchas personas pero al final se van todos, no se porque de mi se apartan cuando siempre soy lo mejor. Miles de veces he tratado de ganarme algun corazón, que alguien me tome cariño por quien soy y no por lo que doy. Alguien que me quiera en su vida, que me piense siempre y me siga a donde voy, pero nadie se preocupa por mi, si me quedo o si ya no estoy. Desde el vientre de mi madre siento este gran dolor, el dolor de no recibir amor, el dolor del rechazo. Ya son 20 años intentando ganarme amor, lograr que alguien rellene este hueco que junto a mi nació. Hoy me doy cuenta porque noche tras noche lloro en mi habitación, es que ahí junto a soledad me doy cuenta que aunque nadie lo sepa ese siempre mi gran fracaso.