Cada mañana

Poner en un hilo de luz el alma,
en cada amanecer la sonrisa callada,
que llegue donde pertenece,
donde es posible, donde ama.

Como en un espejo el reflejo,
del agua sobre agua,
tenues roces de recuerdos,
que embellecen y dan calma.

Sentir el alma enmudecida,
en el silencio de la mañana,
van pensamientos y vienen,
del amor que me acompaña.

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